¡Hermanos Costaleros!

Faltan pocos días para el Domingo de Ramos, muy pocos, ya casi podemos oler el azahar que nos llega desde los naranjos que pueblan nuestra ciudad. Los costaleros, ya estamos ultimando cada detalle a la hora de realizar nuestro trabajo el día de la Estación de Penitencia.
Precisamente por esto, vienen a mi cabeza multitud de pensamientos tras participar en uno de los últimos ensayos del Paso de Misterio de la Hermandad.

Hace pocos días fuimos convocados a un ensayo, para acabar de igualarnos, para asegurarnos de que todo el mundo estaba en su sitio, y que se podría hacer la Estación de Penitencia con todas las garantías. Cual fue mi sorpresa, mayúscula por cierto, cuando al mirar al salón de pasos, solo éramos veintiún costaleros. Y no tener bastante con eso, sólo UNO era hermano del Perdón (excluyéndome a mí por el hecho de pertenecer también a la Exaltación).
Había gente llegada desde la otra punta de la ciudad, desde Guadalcacín, desde otras hermandades y como no, también estaban mis hermanos de las Viñas, con la ilusión de estar debajo del Cristo del Perdón el Domingo de Ramos.

¿Dónde estaban los hermanos del Perdón? ¿Acaso nadie tiene ilusión por cargar con el Señor en la Estación de Penitencia? ¿Qué motivos tienen para no hacerlo?

Todas estas preguntas me hacía (y aun me las hago), después de hablar con diferentes hermanos. Y como respuesta, sólo obtengo excusas, sí, a mí humilde opinión, excusas. Han pasado veinte años desde que vestí por primera vez la túnica de hermano, y este año, si Dios así lo quiere, cumpliré doce en las trabajaderas del Señor, enorgulleciéndome de ser actualmente el más veterano de la gente que vamos debajo, y en todos estos años, casi nunca hemos estado sobrados de costaleros.

Todos estos años en los que tengo la suerte de ir en la trabajadera siempre he ido con gente de otras hermandades, e incluso con capataces que ni siquieran eran hermanos de la Hermandad y sin embargo, yo en Cuaresma, ya tenía la “molía” preparada para ir otro año más con mi Cristo, con toda la ilusión del mundo. No entiendo el porqué de la ausencia de hermanos. No me vale que me digan que no hay hermanos dispuestos, por el hecho de que la mayoría sea gente de fuera, es más, eso sería una buena razón para formar una cuadrilla propia y no tener que pedir ayuda a otras hermandades, y los que quisieran venir, que fuera por compartir momentos con nosotros y no por echarnos un cable, pues sin él, no sería posible que el Señor saliera en su paso.

Precisamente desde aquí quisiera romper una lanza por esos hermanos de la Exaltación, de la Agrupación de Guadalcacín y de las otras hermandades, porque sin ellos, no sería posible que este año el milagro se volviera a hacer realidad.
Gracias de todo corazón a todos ellos y como no, al cuerpo de capataces, encabezados por Lolo Tristán junto con Andrés, Angel, y Lupi.

No cabe lugar a la excusa, no cabe el decir que uno no carga con el Señor porque no se lleva bien con los demás costaleros, les recuerdo que el Señor predicaba frente a miles de personas que no creían en Él y sin embargo siguió intentando evangelizar a pesar de los pesares, esa es la clave, a pesar de los pesares.
No soy quién para decir qué medidas tomar, ni como incentivar a la gente para tener una cuadrilla propia de hermanos, pero parece que no le damos importancia, que nos olvidamos de ello, que es algo que hemos delegado en los capataces y ellos son los responsables de que vaya bien, pero para mí, es un parche año tras año que debemos arreglar de una vez, o al menos intentarlo.
Ya digo, para eso están los que saben, y como no, una Junta de Gobierno de Hermandad, pero podrían empezar por esos jóvenes que tiene la Hermandad, algunos ellos hijos de los primeros costaleros, los que empezaron este milagro y quién sabe, sin en breve tenemos una cuadrilla propia.

Al igual que hacemos campaña para vestir la túnica, también podríamos decir:

"¡Hermano, coge la molía y carga con tu Cristo!!!"

Manuel Rodríguez Seda