Nuestro hermano mayor, Juan Antonio Sánchez Tornay, recordó en su intervención los momentos en los que ambas hermandades compartimos buenos y malos momentos, como el afecto y apoyo de la cofradía de la Plazuela cuando nos vimos afectados por las inundaciones que dañaron a buena parte de nuestro patrimonio. Asimismo evocó las madrugadas en las que ambas hermandades caminamos por las calles de la ciudad. Tampoco pasó por alto nuestro Hermano Mayor el hecho de las bodas de oro que celebramos. Por su parte, la Hermandad de la Yedra, en palabras de su hermano mayor, Ildefonso Roldán, renovó ese compromiso de hermanamiento no escrito entre ambas corporaciones. En el acto se leyó un escrito de la junta de gobierno del Perdón, en el que se da testimonio de la visita corporativa, así como del obsequio entregado para la Virgen, consistente en dos elegantes peinecillos en plata de ley, para que los luzca como broches.
Fotografías: Soledad García y Seve.
Momento de la entrega de nuestro regalo por parte de Juan Antonio Sánchez a la Camarera de la Esperanza, ante la presencia del Hno. Mayor de la Yedra.
La Camarera de la Virgen de la Esperanza muestra nuestro regalo.
Maribel Toro junto a las Camareras de la Hermandad de la Yedra.
Privilegiada fotografía que pude obtener con la imagen de la Virgen de la Esperanza recién colocada en el paso de palio de la Virgen de los Dolores.
En esta preciosa fotografía de nuestra hermana Soledad, apreciamos los peinecillos que sujetan la Medalla de Oro de la Ciudad, nuestro regalo a la Virgen de la Esperanza.
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